“La UCD desapareció por el sumidero de la historia y el mundo siguió girando. Como seguirá girando el próximo 21 de noviembre.”
Hasta el 20 de noviembre, día del batacazo, todo debía parecer una balsa de aceite. Alfredo Pérez Rubalcaba gozaría de cierta inmunidad para poder hacer una campaña electoral a su gusto. La Secretaría General, verdadero centro de poder del partido que en su día fundara Pablo Iglesias, sigue en manos de José Luis Rodríguez Zapatero, quien anda preparando un rapidísimo traspaso de poderes con Mariano Rajoy. A espaldas de su hasta antes de ayer vicepresidente y ministro del Interior. No se pueden ni ver. Que se lo digan a José Blanco, a quien los zapateristas consideran traidor a su causa. La prima riesgo sigue disparada y España paga ya un 7% de su deuda, lo que nos coloca en zona de rescate. Lo mismo la intervención se produce antes del 20-N. En caso contrario, lo previsible es que suceda poco después. Posiblemente con Zapatero aún en funciones en la Moncloa. La familia real se encuentra en serios apuros a causa del Instituto Nóos, Urdangarín, la Infanta Cristina y un juez independiente. Temen en Zarzuela que la hija menor del Rey pueda ser llamada a declarar como testigo, o, en el peor de los casos, imputada.
Es en este contexto en el que Carmen Chacón, obligada a retirarse de la carrera hace un tiempo, no ha podido esperar a enseñar sus cartas y ambiciones. En un desayuno organizado por el “El Periódico” la líder del PSC, partido que por un lado aspira a grupo parlamentario propio y por otro a colocarla a ella al frente del socialismo patrio, ha lanzado el desafío al madrileño madridista: “a ver quién se atreve a decir que una mujer catalana no puede liderar el socialismo español”. Como si los gobiernos no debieran de estar encabezados por los mejores, sino por las cuotas de sexo y/ó territoriales. Y es que nada más “in” para la corrección política que la reivindicación de un feminismo radical, incompatible con un PSOE que mantiene en un alto cargo a un maltratador condenado mediante sentencia firme. Y el rancio nacionalismo. ¿Qué importancia tendrá el que la señora Chacón sea catalana y mujer? Lo que importa, y más en estos tiempos, es que los políticos sean personas competentes. Fuera del asfixiante oasis catalán el lugar y sexo de nacimiento carecen de importancia. Madrid, por ejemplo, tuvo durante años un alcalde andaluz (Álvarez del Manzano) y la Comunidad está dirigida por una mujer. Y para mujer y catalana, no se piense Chacón que ella es la primera, ahí está Agustina de Aragón, señora algo más solvente que la aún ministra de Defensa.
No sorprende sin embargo su precipitación teniendo en cuenta que las encuestas que siguen llegando a las sedes de los partidos, y alguna que se ha hecho pública a través de diarios extranjeros y redes sociales, son realmente demoledoras para el PSOE, el cual podría no ya quedar por debajo de la marca de escaños obtenida por Joaquín Almunia, sino por debajo de la misma. Lo que llevaría a la formación a una refundación obligada. O a su posible desaparición a medio-largo plazo. De momento, parece que habrá provincias en donde el PSOE se quede sin representación. Tampoco es ningún drama. La UCD desapareció por el sumidero de la historia y el mundo siguió girando. Como seguirá girando el próximo 21 de noviembre.