La liquidación del liberalismo

 

La noticia es, sin duda, la más importante de los últimos tiempos. Mucho más que el que Rajoy sea citado como testigo (tes-ti-go) por el tema de Gürtel. Un sumario que es una hipocresía, que lo que pone de manifiesto es la incompetencia de una «Justicia» que lleva con el sumario abierto 8 años y con gente como López Viejo paseándose por Madrid con la actitud de siempre desde hace el mismo tiempo. La Justicia lenta, no es Justicia.  Digo hipocresía porque lo de Gürtel es una banda de presuntos delincuentes que, aprovechando que todos sabemos cómo se financian los partidos, se lo ha llevado crudito a casa.

La noticia de la detención del señor del ático (y su hermano, y su mujer investigada) es de alcance no solo porque haya estallado lo del Canal de Isabel II, algo que se sabía hace años. Si González se lo ha llevado crudo, que lo pague. Nada más que decir al respecto.

Eso sí, ya está tardando ya el CGPJ (feliz Navidad) en investigar cómo es posible que las cámaras de televisión de La Sexta estuvieran justito, qué casualidad, a las puertas del domicilio del que fuera presidente de Madrid, esperando a grabar su detención. Ay, si es que el juez Garzón Velasco es de un independiente… quizá por eso ha llamado a declarar, pero ya, a Cifuentes y Garrido.

Es tan importante el asunto para mí, porque con esta detención se liquida cualquier posibilidad de mensaje liberal en la política, dado que el consenso socialdemócrata aprovechará la caída en desgracia de Esperanza Aguirre, quien ya no puede justificar durante más tiempo no haberse enterado de nada de cuanto sucedía a su alrededor, para arremeter contra los gobiernos menos socialdemocratas (y, por tanto, prósperos) que ha tenido España, que han sido los de la Comunidad de Madrid de la actual portavoz del PP en el ayuntamiento de Madrid. Tal cual. Aprovecharán para tratar de imponernos el modelo andaluz, que es de las argollas, el saqueo al contribuyente y sus herederos y el clientelismo.