Sánchez contra «la gente»

Comparecía al filo del mediodía el presidente del gobierno, se desconoce a falta de aclaración por parte de la vicepresidenta si en el papel de Pedro Sánchez, para informar a los españoles que seguirán pagando el injusto impuesto de Actos Jurídicos Documentados. Un saqueo aprobado en su día por el PSOE en favor de las élites extractivas de las Comunidades Autónomas. De Andalucía a Galicia. Si quieren solucionar el lío, lo tienen fácil: deróguese.

Por cierto, de paso el presidente le pegaba una soplamocos antológico al Banco de España, demasiado capitalista para él, anunciando la creación de una Autoridad Independiente. Algo que suena a Ministerio de la Verdad de Orwell. Podrían poner al frente al Facuo, comentan en los pasillos los maledicentes, que a estas alturas ya son legión. Por decreto, claro.

Se trata de un expolio casi único en Europa, al menos por la cantidad requisada que los españoles pagan sin rechistar: no existe en países como Gran Bretaña, Alemania u Holanda y es mucho, pero mucho más, reducido en Francia o Italia. En nuestro entorno la propiedad privada, base y conditio sine qua non de la libertad y por ende de la democracia, se respeta mucho más.

El presidente explicaba ante los medios que su gobierno, transmutado en morado gobierno “de la gente”, iba a hacer pagar a los ricos. A la banca. Ya se sabe, los malvados habituales contra los que se puede cargar, con perdón del PP, con ocasión o sin ella. Aunque sean las cajas de ahorros, gestionadas por políticos y con criterio político, las que hayan tenido que ser rescatadas. Caída del IBEX. Los mismos que quisieron echar al gobierno del PP.

A Podemos la decisión presidencial, que se concretará, o no, mañana en el Consejo de Ministros, le ha sabido a poco, pese a que en Aragón, feudo de Pablo Echenique, pidieron encarecerlo en más de un 50%, como de hecho se hizo. Da lo mismo. Es la demagogia populista. En Podemos no están dispuestos a renunciar a la agitación callejera, típica estrategia de captación de voto de la extrema izquierda de cara a las elecciones municipales de mayo de 2019. Recuerda al 15-M, que fue un movimiento apoyado por la derecha tonta y la izquierda lista, fagocitado por el embrión de lo que luego sería Podemos. No lo digo yo, lo tiene puesto por escrito el inefable Iñigo Errejón, casi único defensor a nivel mundial de los atroces crímenes perpetrados contra los venezolanos por Nicolás Maduro.

El liberal PP de Casado,por su parte, ha reaccionado en consonancia con su prometida y reaganiana revolución fiscal: propone la supresión de dicho impuesto y se compromete a su derogación, que para eso Montoro apenas es ya una sombra de lo que fue, caso de llegar al gobierno. Tendrá que negociarlo con un timorato Ciudadanos, el partido en el que Ignacio Aguado concurrió a las elecciones madrileñas pidiendo volver a imponer en Madrid el impuesto de Sucesiones que hoy Rivera propone derogar en toda España. No saben lo que quieren.  Por si acaso, Toni Roldán ya ha avisado: ellos también están con “la gente” y por eso les parece un disparate que el impuesto no lo pague “la banca”. Discurso morado disfrazado de naranja. Es lo que hay.

Mientras tanto, saquen sus carteras. Cuando los políticos afirman hacer las cosas “por la gente” es lo toca: pagar.