Economía y Libertad no son excluyentes. Así lo ha demostrado Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, cuya gestión está siendo puesta de ejemplo en todo el mundo. Si en marzo de 2020 Madrid fue la primera región en cerrar colegios (con el gobierno de Sánchez diciendo que no era necesario) o la primera en cerrar los centros de días de mayores (con Sánchez diciendo lo mismo), luego fue la que repartió mascarillas FPP2 que los socialcomunistas decían eran «demasiado buenas». Se construyó el Zendal, se puso en marcha el programa VIGÍA de aguas residuales (ahora copiado hasta por la ONU), se apostó por Zonas Básicas de Salud frente a confinamientos masivos. En diciembre de 2020 la presidenta propuso cribados masivos con test de antígenos. Los de Sánchez decían que no servían. No querían ni venderlos en las farmacias.
Madrid fue la primera región en abrir de nuevo la Cultura: museos, teatros, cines, espectáculos. Y se apostó por no machacar a la hostelería.
Lo he podido contar en el programa «Contracorrente» de Mediaset Italia.